Centenario de L’arte dei Rumori

En lugar de hablar sobre lo más reciente en el arte sonoro, hoy prestamos un homenaje a un artista y a un texto escencial sobre el tema. Esta semana conmemoramos cien años de la publicación de L’arte dei rumori, carta-manifiesto del futurista italiano Luigi Russolo que ha sido de importancia fundamental para todo lo que se piensa sobre el ruido, el techno y el arte sonoro desde entonces.

Edición del Arte del Ruido en libro, de 1916

En su texto del 1913, Russolo apunta el hecho de que las orquestas y la música que se producía eran aburridas y ya no estaban de acuerdo con la sensibilidad de su época (o la sensibilidad del artista futurista) – desde su mirada, los nuevos compositores deberían incorporar la velocidad y los ruidos de las máquinas de las grandes ciudades a su música. Propone entonces la apertura a estos ruidos y un sistema para su clasificación, anticipándose al Solfège des objets sonores de Pierre Schaeffer, y escribe conciertos de ruidos para los instrumentos generadores de ruido que el mismo construye, los Intonarumori. En realidad, la radicalidad de su propuesta está en el hecho de proponer un cambio en la manera por la cual escuchamos y pensamos la propia música.

Russolo y sus intonarumori, con Ugo Piatti

Mucho ya se dijo sobre el propio Russolo, cuyas partituras y grabaciones fueron casi completamente destruidas entre las dos grandes guerras, y el propio concepto de ruido tiene bastantes complicaciones [www.guardian.co.uk/music/2008/nov/10/squarepusher-paul-hegarty-noise] en su relación con la música (véase la cantidad de gente que produce música a la cual denominan noise hoy en día). A mí me encanta particularmente su visión de que un día, cuando tengamos una sensibilidad musical adecuada a nuestro tiempo y los medios para hacerlo, “las maquinas serán conscientemente afinadas y las fabricas se transformarán en una embriagadora orquesta de ruidos”.

Por la música que se produce, y por la cantidad de paisaje sonoro urbano que se graba hoy, creo que logramos cambiar algo de nuestra sensibilidad en estos cien años, y creo que ya empezamos a afinar nuestras máquinas (véase por ejemplo el problema que tienen los coches eléctricos: [www.bbc.co.uk/news/technology-16126982], empiezan a invitar productores pop para crear sonidos artificiales para sus motores, por que si fueran silenciosos serían demasiado peligrosos para la gente). A mí me parece que no estamos lejos del sueño futurista.

Para finalizar os dejo una grabación [soundcloud.com/artofnoises/manifesto-1913/], descubierta hace poco y que aparentemente es del propio Russolo leyendo su manifiesto, y una pregunta: si ahora ya aceptamos todo que antes llamábamos ruido en la música y en el arte sonoro, hacia donde donde vamos en los próximos cien años?.

Felipe Vaz.