Paratext #27 por Sergi Botella
Paratext n#27
20 de Junio 2018
por Sergi Botella
Birde Vanheerswynghel (Beca de intercambio Sala d’Art jove-HISK)
Liv Schulman (Residencia Internacional)
Andrea Ganuza (Beca de intercambio Hangar-Taller 7)
Mercedes Mangrané (Residencia de larga duración)
No hay tiempo para negatividad
Uno querría no conocer absolutamente nada de las artistas que presentaron, tampoco del Paratext en si. Y así poder abordar con absoluta imparcialidad este texto. Pero el trabajar en el equipo de Hangar y ser responsable directo de los Paratext creo que me da cierta ventaja. Vale compro, pero es lo segundo que me he planteado. Y la no supuesta absoluta imparcialidad a sido lo primero, y me recuerda que muchas veces nos basamos en cierta negatividad para apadrinar un objetivo y así tener una coartada por si sale mal. Leyendo un comentario on-line de Diplo, (si el que puso Gasolina de Daddy Yankee el sábado en el escenario principal del Sonar noche), decía que no hay tiempo para negatividad. Y en estos tiempos, creo, esto es esencial.
Empezamos algo tarde y yo nervioso como siempre. Al cerrar la luz Luciana presentó la actividad y en nada Birde Vanheerswynghel quién ha estado un mes en Hangar vía Sala d’Art jove y HISK, empezó a contarnos como trabaja sus dibujos, estos a veces monocromos en distintas tonalidades y otras en estricto blanco y negro, parecen fotografías tratadas y en parte lo son. ¿Que es si no una foto?, un instante capturado a partir de la manipulación de la luz y eso es lo que ella genera con sus dibujos, originalmente facturados en hojas pequeñas para luego ampliarlos en grandes formatos y procesarlos ya con una estructura y dirección. Para ello utiliza procesos naturales de oxidación o añade capas de pintura y los redibuja.
Birde parte de formas básicas que luego va modificando para representar paisajes inventados. Y esto es lo que más me llama la atención de su trabajo; esa capacidad para generar naturaleza como si tuviera un algoritmo que le permite infinitos resultados, un generador de entornos naturales. Algo llamativo es el punto de vista, en cada una de sus representaciones no hay lugar para el sujeto. Las perspectivas y el lugar desde donde se construye el dibujo no parecen humanos y diría que tampoco animales. A veces da la sensación que es una cámara que se quedó perdida y con autonomía para poder ir disparando fotos y moverse entre frondosos bosques, selvas, y vegetaciones inventadas. Si J.G Ballard está en algún sitio, seguro que es en alguno de estos jardines imposibles.
Birde añadió que este proceso de trabajo responde también a sus problemas de visión que no le permiten trabajar de manera cómoda directamente en grandes formatos, y eso es a lo que me refiero cuando defiendo que; “no hay tiempo para negatividad”.
Finalizó con un vídeo en formato estereoscópico y con Birde como actriz principal, nos situó en una ficción un tanto tenebrosa, con un lenguaje a medio camino entre la comedia punk y la serie b de ciencia ficción, muy ingles todo. Vi a Hitchcock y me recordó a la fabulosa “Angustia” de Bigas Luna, todo con una posproducción cuidada y un sonido fantástico. El guión de alguna forma remite a la precariedad, no solo del artista, también al problema de los precios de los inmuebles. Un trabajo muy bien producido.
Empezó Liv Schulman, artista argentina en residencia internacional con su propuesta de algo que me gustaría llamar Performance lingüística. Con un control total del público, desafiando con la mirada, andando alrededor de las sillas o interpelando a uno de los asistentes supuestamente situado al final de la sala café en mano, nos contó ideas sobre economía, sobre el capital y su relación con el nacimiento de los estados, así como sobre lo erótico que adrede enfatizaba a veces con su cuerpo y voz. Encima de una mesilla dispuso unas imágenes plastificadas, allí estaba Spinoza retratado, y al ir soltando sentencias a su vez dejaba caer las imágenes que de alguna forma reforzaban el entendimiento de los conceptos. El Trabajo de Liv se sitúa a medio camino entre los talks teóricos y la performance inducida, muy psicoanalítico todo. Ejercicios que le sirven para navegar por conceptos enlazando ideas, algebrando con formulas el léxico para solucionar problemas que ella misma plantea y resuelve.
Vuelvo a la idea de “No hay tiempo para negatividad de Diplo” lo contado era fuerte, amenazante pero real, muy emocional, global y personal a su vez, asuntos que todas sabemos pero aparcamos para poder vivir algo mas tranquilas. Y los lanzaba con total naturalidad como dando una clase de economía y emocionalidad a niños mayores.
La pieza llamada Formal Economy, puede adquirir diferentes formas como sucedió en Mayo del 2018 en Alt_Cph en Copenhagen, así vimos algo en proceso, en construcción, en definitiva lo que estuvo trabajando durante su estancia en Hangar y va a seguir dando forma.
Ya a media sesión Andrea Ganuza quién obtuvo la beca de intercambio entre Hangar y Medellín en Taller 7 nos pidió salir fuera, sentándonos en medio de la plaza y rápidamente dispuso algunos objetos y dibujos en formato cartas así como una botella de aguardiente por terminar.
Nos contó su experiencia en Medellín, esquiva con el objetivo de su residencia, se fue a lo vivencial y personal. Así focalizó en los recuerdos de lo vivido durante su estancia en la ciudad y posteriormente facturó los dibujos que las asistentes se pasaban de mano en mano. Nos aseguró que la experiencia le ha cambiado la vida hasta tal punto que vuelve a Medellín para quedarse. Y eso es modificar también la vida de una misma mediante la práctica artística.
Así las cartas-dibujos de La luna, la grieta, el gato azul, taller 7 o libido, funcionan como recuerdos ilustrados casi como souvenires de una misma.
Su visión de una ciudad parcheada donde la disposición de los distintos distritos es totalmente clasista, es también muy positiva (como Diplo nos decía) nos guste o no. Y en otro aspecto donde focalizó Andrea es la cura de negatividad que ofrece Medellín. El legado de violencia y el saqueo de Colombia a sido y es de tal envergadura, que las gentes de allí VIVEN con mayúsculas y valoran la vida hasta en lo minúsculo.
Así la implicación vital y el no querer desprenderse de la necesidad de esa ciudad hizo que Andrea aún guardara un tercio de una botella de aguardiente que nos ofreció bebernos entre todas, para cerrar ese circulo y supongo poder abrir de nuevos.
Volvimos a la sala Ricson, Mercedes Mangrané artista en residencia de larga duración en Hangar repasó su trayectoria partiendo de las acuarelas sobre piezas industriales, citó a Settai Komura, diseñador, ilustrador así como pintor japonés figura clave del movimiento Shin-Hanga de principios del siglo 20. Nos contó el porqué atiende a sus necesidades en pequeño formato, focalizando en el detalle.
Al igual que Birde a veces pinta en un solo color y otras combina los tonos de manera muy equilibrada, logrando paletas parecidas a las de la industria textil. Las pinturas de Mercedes Mangrané ilustran detalles de detalles y con el tiempo estos se han extrusionado en una figuración que se ha tranformado ya en una especie de expresionismo abstracto soft, ejemplo de ello son el conjunto de trabajos bajo el nombre de Techo empezados en 2017 y actualmente aún en proceso. La materia da volumen a ventanas, luces, vigas o partes de cosas que le obsesionan, interesan o simplemente necesita representar. Y eso, la obsesión por partes de la arquitectura doméstica es lo que el movimiento Shin- Hanga proponía entre otras cosas.
Quienes tenemos la suerte de poder ver la evolución de su trabajo de cerca ahora nos encontramos con unas soluciones pictóricas donde grandes cantidades de pintura al óleo estructuran ya, unas imágenes más cerca de la instalación o si se me permite de la pintura en tres dimensiones.
Mercedes fué la artista que trabajó en el proyecto para la Nit dels museus 2018, en colaboración con el Jardí Botánic de Barcelona y Hangar, para ello preparó un recorrido llamado Flirteo, alterando la visita guiada del espacio. Una soprano cantando en directo junto al coro de ranas del estanque, cartelas iluminadas en el suelo con información histórica sobre la naturaleza y su relación con lo romántico o el cortejo entre otros aspectos. Dispuso también un vídeo en la instalación del Jardí Botànic que nos pasó al final de la sesión. En éste, una mezcla de audio progresivo (música de Rayo-60/Ander Agudo) e imágenes de flores y naturaleza así como de rejas modernistas y otras alusiones a la propiedad privada, estructuran un trabajo que utiliza herramientas del videoclip o del lenguaje publicitario para encontrar una solución de video documental, que perdonen la insistencia pero recuerda a lo que dijo Diplo; No hay tiempo para negatividad.
Respuestas de las artistas sobre la siguiente sentencia:
“There is no time for negativity”
Liv Schulman
Yo creo que es un lema del capitalismo como forma productiva de positividad. Estamos en un contexto donde de alguna manera no se nos permite lamentar demasiado la perdida de algo sin que se vuelva la perdida de capacidad productiva y reproductiva. Como el trabajo está basado en la explotación del yo como servicio o comodidad la negatividad generaría un exceso de falta en un mundo donde solo agregar y proponer es posible.
Andrea Ganuza
¡¡¡La vida me escupe, la suerte me engaña, la gloria me esquiva, la muerte me agarra!!!
Mercedes Mangrané
Pues me viene a la cabeza lo siguiente: estamos en una era donde abunda el entusiasmo fingido y el complejo narcisista. A través del logro, el éxito, el coaching y mil y una prácticas pro-comunes se suprimen o ocultan miedos y por ello nos volvemos sensibles en exceso a la crítica negativa–prácticamente inexistente en el terreno artístico–.
La negatividad también me recuerda a la dificultad que tengo para el NO, y su puesta en práctica para cuidarme y buscar el espacio que yo quiero en la vida.
A veces se asocia con ser un hater, o con el individualismo o en algo potencialmente nocivo. Se puede canalizar la negatividad del mundo también y transformarlo en una digna rabia o en poesía, o en nuevos mundos que inevitablemente estén en este (pintura, vídeo…) puede ser una fuerza motora.
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