Paratext #47 por Juan Canela
Paratext #47
3 de octubre 2020
Por Juan Canela
Con:
Alba Mayol Curci (Beca de intercambio Baden Württemberg-Cataunya)
Diego Paonessa (Beca Residencia Lab de Interacción)
Marla Jacarilla (Beca de intercambio Baden Württemberg-Cataunya)
David Ortiz Juan (Estancia larga)
Después de meses encerrados, poco a poco fuimos saliendo. Bueno, quizá no fue tan poco a poco. El verano llegaba, y había que darse prisa. Poco a poco, eso sí, fuimos recuperando espacios de esa vida social que rodea nuestras prácticas, esos espacios comunes del arte. Reuniones, inauguraciones, encuentros, eventos, presentaciones. Son parecidos a los de antes, pero no son iguales. Contamos cuantas somos, tomamos distancias, llevamos mascarillas, nos echamos gel en las manos constantemente. El mundo es lo mismo, pero diferente. No sabemos cuánto va a durar, y nos toca buscar las formas de continuar encontrándonos.
Y con el otoño y la vuelta al cole, y en este contexto de extraña normalidad, HANGAR realizó este maratón de PARATEXTS. Todo lo que no había podido contarse en aquellos meses encerrados, nos lo van a contar en una tarde. Mientras aprendemos cómo van a ser ahora las residencias, las visitas a los estudios o las presentaciones, las artistas no han dejado de trabajar. Y ahí estábamos, distanciadas pero juntas para aprender de sus procesos.
En la Ricson a oscuras, la pantalla se ilumina y un tractor se desplaza arando un campo. Polvo naranja, humo marciano, trabajo mecánico, el campo. La voz de Alba Mayol se desliza entre el humo, el ritmo de la poesía entreteje tramas profundas con el discurrir del tractor. Corredores oscuros, representaciones de extraños dioses, rebeliones incesantes de arañazos abisales. La herida en la tierra, agujeros en las tripas, escucho y huelo como los pulmones se me llenan de humo naranja. En estos momentos, se agradecen tanto las palabras que asoman desde las entrañas.
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Ahora las palabras desaparecen, y los golpes percutidos de madera contra madera hacen que sea el ritmo y el sonido el que hable. El Conjunt de percussió de l’Esmuc interpreta Music for Pieces of Wood (1973) de Steve Reich, referente y punto de partida de Música para electroimanes, proyecto de investigación de Diego Paonessa en torno a las posibilidades sonoras de los materiales en relación con el espacio. Si en la investigación se recodifica y traslada la interpretación de la pieza a unas máquinas situadas estratégicamente para percutir contra diferentes materiales y elementos propios del espacio, ahora la pieza vuelve a su formato original, tensionando ese círculo entre la máquina y el cuerpo, el espacio y el material, el ritmo eléctrico y el ritmo orgánico, y la posibilidad de ponerlo todo en diálogo en un lugar determinado.
La palabra vuelve a ser protagonista con Just Do It!, un vídeo de Marla Jacarilla que reflexiona sobre las contradicciones de trabajar desde dentro del propio sistema capitalista siendo conscientes y críticos con su funcionamiento. La imagen muestra a la artista construyendo un puzzle de 1000 piezas que muestra a las personas más ricas del mundo, y sobre emerge el actor Shia LaBeouf realizando su discurso motivacional Just Do It, el “discurso motivacional más intenso de todos los tiempos”. Habitar la contradicción, encuerpar aquello que censuramos, batallar contra el suelo que pisamos. Un espejo que consigue un reflejo conformado de humor ácido y criticidad contextual.
Y finalmente todo vuelve a oscurecerse. Mañana niebla es una película de David Ortiz Juan en la que la palabra brota desde la voz interior de una flor que habita un futuro en el que la idea de comunidad ha sido completamente desterrada. Cuenta una fábula que el último reducto de comunidad se encuentra escondido en el interior de la nube brumosa de la selva de montaña. En el bosque de la Sierra Norte de Puebla,
México, los tiempos nebulosos acogen voces de plantas, humanos y otras entidades cuestionando las relaciones entre lengua, escritura, naturaleza, territorio y comunidad. Matar un idioma para matar su ecosistema. Gentes que huyen de la ciudad, flores que huyen de la gente. Huir para no desaparecer. Que no me describan ni me clasifiquen. Ser invisible para sobrevivir.
Palabras, sonidos, luces y sombras. Cuerpos, plantas, tensiones, pulsiones y conexiones. No sabemos cómo será ese nosotrxs futuro, pero toca imaginar un presente en el que podamos estar más juntxs que nunca desbordando lo conocido. Acercarnos, prendernos, cosernos, remacharnos, encolarnos a todo aquello que nos desborda en la era del distanciamiento social.
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