PRACTICABLE 10_Manglar

Olor, maraña, lodo, encrucijada. El manglar es la zona de transición entre los biomas marinos y terrestres, es la visita mutua entre las formas y sensibilidades del agua y de la tierra. Se llena y se vacía cada día, pneuma de las mareas (cronotopía lunar), balance. Animales marinos acuden diariamente a copular, a poner sus huevos, a cuidar sus crías, a habitar su calor y su fuerza libidinal.

Dentro de la línea de investigación-acción Practicable y en el marco de la Beca de investigación y experimentación Barcelona Crea, Hangar acoge en el Wetlab al colectivo Manglar, integrado por Tatiana Afanador López, Magdalena Hart, Lara Campos, Rafael Frazão, Ce Quimera, txe roimeser y Tau Luna Acosta. Basado en experimentar diversas formas de convivencia entre especies, Manglar propone un ciclo de alta en la marea libidinal del colectivo con la intención de crear un espacio de intercambio de prácticas alrededor de las ciencias situadas, es decir, prácticas de reconocimiento y encantamiento con los mundos que incluyan los cuerpos de les científicxs en las experiencias, que acojan las intenciones más que humanas en los experimentos y que prueben con la relación umbilical entre la ficción y la ciencia.

Desplegada durante todo noviembre, la residencia de Manglar comienza con una fase de contaminación radical, mezcla de organismos, cultivos y suciedad, para terminar con una fase de descontaminación, separación, y limpieza del espacio. Se estructura como un ciclo de alta y baja de la marea. Al interior de ese proceso, propicia la experimentación con metodologías singulares que van desde la pausa y el descanso hasta cultivos (bacterias, hongos, plantas y situaciones simbióticas), oráculos multiespecies, comité de ciencias therolingüísticas, metamorfosis de la materia, o la creación de un consorcio de descontaminación y/o esterilización. Esta ecología de prácticas basadas en el juego, el placer y el ensayo busca generar intimidades entre especies y friccionar los estatutos del hacer científico, para luego ser abierta y compartida a la participación pública durante el último tramo del proceso.

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Manglar está habitado por un grupo de siete personas que propone encuentros de experimentación en torno al concepto de ciencias situadas. Ciencias situadas como prácticas de reconocimiento y encantamiento con los mundos, que asuman y profundicen la desuniversalización del gesto científico. Las prácticas del colectivo pasan por cultivos diversos y situaciones de contagio, oráculos multiespecies, construcción de herramientas e inutensilios, activación del comité de ciencias therolingüísticas y otras.

 

Foto: Manglar