Paratext #40 por Lucía C. Pino

Paratext #40
18 de diciembre, 2019
Por Lucía C. Pino

Alba Mayol Curci (Estancia larga)
Rebecca Close (Beca de intercambio entre Hangar y la Casa de Velázquez)
Erick Alejandro Hernández (Residencia internacional)
Paloma Schnitzer (Residencia internacional)

Construire autrement
Je ne suis pas mon père
Colette Durruti, Antonina Rodrigo, Joaquina Dorado Emilienne Morin, Perpignan. Utopía colectiva y donut color carne. Latencia. Chirría ruedas.
Avec mon marie et pour plaisir. Avec Marie et pour plaisir.

Casa rosa, bata rosa, carta verde, cosa rota, tierras del Ebro. Árido paisaje ensoñado. Dibujos. Lecturas y anhelos. Me revienta la cabeza y no me callo en la mesa. Mirada hater. Corazón rojo o marrón. Hinchado de amor. Hablemos de privilegios, geopolíticos, socioeconómicos, de networking, de privilegios dérmicos, neuronales, hablemos de números enteros, de virtualidad.

Mondongo azul de terciopelo ceño fruncido pelo volante. Al volante. Principio termodinámico que ilustra un fenómeno reciente y chocante: la lucha de clases es un concepto de izquierdas que se ha desplazado a la derecha (no se crea ni se destruye, se transforma). Un significante flota y cambia de signo. Se expresa hoy en la revuelta de los marginados por la globalización frente a una izquierda de diseño instalada en el neoliberalismo new age o rancio agresivo o de festivaleo más o menos tecno con muchos. Porteros de discoteca y listas. La noción de clase social prácticamente ha desaparecido del vocabulario con la herramienta “goma de borrar pistas” que suponen ciertas estrategias culturales. La publicidad y la propaganda lo invaden todo y la única liberación es a través del sangrado monetario. Grupo de lectura de urgencia y sangre y hambre. Ojos sangrantes y caras de puño. Agujeros negros. Menstruación. Besos. No es broma desgañitarse haciendo bolas de carne pegajosas, dibujando algo o escribiéndose cartas con una mujer que dice no ser como su padre. No es broma levantar el puño y hablar en verso. Y si a parte de eso ¿entrenamos?, y si ¿aprendemos a disparar?, por si acaso… Llegado el momento no me temblará la mano. Olas de la noche, bandas negras, dinamiteras, metalúrgicoartilleras. Matas de pelo negro, aceite de romero y suelas desgastadas. Al escribir esto se abre un abismo, un vortex violeta que se me traga y desaparezco.

They have been fighting for their ideals and a cultural and social justice or revolution that did not happen.

Probemos con los reencantamientos en el árbol genealógico del pensamiento crítico. Aberrante preciso.

a tumbar por las desigualdades próximas antes que las lejanas A BERDÍ CHALÓ ABAJINÉ trabajo lento, entretenido, becado por rolex. Autocrítica y elipsis. Si ha de haber un frente común que lo sea contra el turbopatriarcolonialismo además de contra las políticas neoliberales, si es que no son la misma cosa. A pique. La embarcación se fue a pique. Bestseller.

En lo político está el goce, el afirmar nuestra condición de cuerpo vulnerable. El devolver la sensualidad y la poesía a la lucha, que el amplio rango derechil no pueda de ellas alimentarse. El amor, la leche, movimientos libertarios. Formalismo pringoso, activismo en el placer y toda relación es política. Todos los cuerpos son bienvenidos menos el tuyo, oh, tampoco el tuyo. Otra iglesia es imposible. Todo lo que hace se lo trillan.

acolchar la muerte fuera de lugar

la muerte no cubre igual a todos los cuerpos a toda la carne. carnets du dessin donde estamos todos deformados, con brazos desproporcionadamente largos y grises. Chaquetas arrugadas, cabezas dentro de cabezas. Llegó tarde así que está vivo.

Ser un dibujo es un honor. Yumurí, San Juan y Canímar. Capas que conectan capas en un magma infinito y tumbao que recuerda a las escaleras de mi barrio que enlazan con otras escaleras que te llevan a otras escaleras por las que puedes alcanzar las escaleras que te llevan a tu casa de memoria. Pérdidas y apariciones, campos telúricos, magnetosfera y viento solar. Erick Alejandro Hernandez mientras escribo sopla un viento que arranca parabólicas y tejados de uralita, pues en las barracas, todavía cubren. Consulto que tiene una fuerza de 45km/h. El viento me inquieta sobremanera, lo escribo, por si acaso.

Facilidad para viajar, uso moderado de las drogas, dibujos preparatorios, elementos de diagnóstico y cuidados intensivos, voz ronca aterciopelada y piel de infarto. Visas que caducan, Una firma terrible una firma terrible entorpeciendo, una firma entorpeciendo ten un rayo ni alfiler ni. Llagas. Los decapitados. Orquestación de recuerdos reimaginados. Leones acolchados en antros donde se estresan por llevarte a la mesa un vino rancio.

Ritmo y programa, trauma y eclipse. Muchas manos, cabezas flotantes, muchas manos. Tirar de técnica para amortiguar el cautiverio, impronta barroca, remolinos desbordantes. La purpurina no tapa la sangre y el rigor no evita que sucumbamos al canto de la sirena. Yo no lo consigo sucumbo y reviento. ¿Resignación? Y un huevo. El mito no aligera las responsabilidades del presente y necesita una actualización constante. Resonancia magnética y pegajosa que agradecemos enormemente.

Schnitzer no ha podido venir pero nos da lo mismo porque estamos muertas

Tecnologías antienvejecimiento celular con inyección de sangre joven, la vampira del Raval en los laboratorios del doctor Wyss de Standford, para que el viejo Jagger pueda seguir saltando en los escenarios, lujo celular, frentes planchadas, ricas rubias relucientes embutidas en jeans guess con másteres y doctorados. Entra y paga. A la mierda la propaganda de estado. Pinkmotorola. Adictas.

Las cosas ahora tienen una dimensión distinta, hemos dejado de comprender el tiempo como antes y nos sabemos la tabla periódica. Schnitzer pasó a ser secuencia de códigos y algoritmos variables pero le avergüenza señalarse. No sabemos si se autoprograma o es sensible a estímulos e impulsos externos. En medio de la sala hay un aparatejo, una caja que recuerda a una antigua tv o un oscilador. En la pantalla y entre ondas, a ratos, aparecen imágenes de OSHUN. Humanoides perfectos, pieles perfectas, ojos fluorescentes, pestañas postizas. Culos enormes y narices enormes perfecto brillo y negritud. 17 grados. Tengo que despegarme de la pantalla. Casi siempre es mucho mejor que la vida real, el dolor en pixel es otro y los memes lo curan todo.

Volviendo a la caja de luz, los destellos y las ondas coloridas dejan paso a una imagen gris pixelada, imagen que parece una calle a tiempo real, parece que haya pinchado una cámara de una calle, no sabría decirte de qué lugar o continente, es un ángulo que podría situarse en cualquier punto. La imagen se redondea hacia los lados, y ahora una carretera y un ciprés. Pasa una moto. Da la vuelta y vuelve hacia la cámara, a la altura de la cabeza la cámara para en seco, y vemos unos ojos al otro lado del casco.

Es mi hermano. Está igual. Bueno no, está pixelado conduce y lleva casco, y además no podría decir en qué lugar

Un momento

Todas las personas entorno se han desvanecido, bueno, no las personas si no la sensación de otros seres o lo que había antes. No sé porqué sonrío, siempre que apareces sonrío, no lo puedo evitar es como una confianza máxima.

Dices, tía, ese pavon con el que te lías es un Olmo

My gender today is: she/hurts
Their bodies are distracted, bussy with self repair

Te busqué en instagram y he encontrado 11 perfiles con tu nombre y todos podrían pertenecerte. ¿podrías ayudarme?¿me escuchas? no
v. Let no thought pass incognito, and keep your notebook as strictly as the authorities keep their register of aliens.
Citas a Benjamin y balbuceas algo sobre control de natalidad, fronteras, imposición, capitalismo de algoritmos familias diversas, archivo de gestos, bioeconomía, Casa Velázquez. Tu voz es apenas audible