Trazar una línea

El 8 de julio, la artista en residencia Nana Shimomura presenta Trazar una línea en Hangar, una performance experimental que explora la acción y la intención realizada por Nana, quien investiga la caligrafía asiática, y el bailarín Julián Rico Engel.

El acto de dibujar una línea puede ser controlado por la propia intención. En esta actuación, dentro de un contexto impredecible donde las acciones y las intenciones de dos personas se entrelazan, tiene lugar la creación de una sola línea, lo que lleva a la deconstrucción de las perspectivas sobre lo que ha sido escrito.

La línea única producida en esta actuación no es simplemente la creación de una persona, sino el resultado de la colaboración entre dos individuos. Sin embargo, la línea completa en sí misma permanece singular. La obra de arte examina el contraste entre el acto de creación y la entidad resultante.

A través de esta actuación, visualizamos los siguientes aspectos:
・Compartir el tiempo requerido para escribir
・Compartir lo que se ha escrito como rastros de movimiento
・Observar el proceso de formación de rastros

Generalmente, las obras escritas y los dibujos existen como creaciones finalizadas.

Abarcan más que solo el significado; también llevan consigo los siguientes elementos:
・El tiempo requerido para escribir
・La velocidad con la que se escribió
・Los movimientos del creador en el acto de escribir

El objetivo de esta actuación es percibir lo que está escrito como rastros de diversas intenciones y acciones. Al producir una sola línea a través de las intenciones y acciones de dos individuos, analizamos cómo el sonido y la danza, al igual que la caligrafía, abarcan el acto de “escribir” desde una perspectiva contemporánea.

¿Por qué nos enfocamos en los rastros? Es porque la cultura actual se construye sobre la acumulación de rastros dejados por nuestros ancestros en el pasado lejano. Las formas de los caracteres que utilizamos, como los kanjis y los alfabetos, han evolucionado a través de varios cambios en sus formas escritas, incluyendo los escritos pictográficos y los caracteres de hueso de oráculo. De manera similar, la forma de una taza para beber agua ha sido influenciada por los rastros de las acciones humanas del pasado, lo que ha llevado a su forma actual.

La caligrafía no es simplemente una expresión cultural tradicional. Es un vestigio del pasado, nacido de nuestro impulso de expresarnos a través de la “escritura”. La palabra “kaku” (escritura) es homófona de las palabras “dibujo” y “raspado”. Creo que el acto de “kaku”, así como la música y la danza, representa la forma más pura de creatividad surgida de nuestros impulsos ancestrales. La caligrafía representa no solo el concepto de “escritura”, sino también los rastros de la comunicación en una sociedad preliteraria. Al profundizar en el acto arraigado en “kaku”, buscamos presentar la caligrafía como un concepto que existe como una extensión del comportamiento humano fundamental, trascendiendo las distinciones entre las culturas orientales y occidentales.

Información práctica
Día: 8 de julio
Hora: 17 h
Lugar: Sala Ricson, Hangar
Entrada libre

Nana Shimomura es artista becada de la Fundación Pola para la Promoción de las Artes Visuales en Japón.

 

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