Paratext #60 por Alba Mayol

Paratext #60
23 de enero 2022
Por Alba Mayol

Con:
Eulàlia García Valls (Residencia estancia larga)
Txe Roimeser Xirgo (Residencia estancia corta)
Eduard Ruiz (Residencia Summer Sessions)

Elvira

así acaba la conversación. En la imagen que has enviado las líneas son claras y definidas, hay brillos alrededor de su cara.

Al meter la mano en la caja de plástico, se levanta un humo que la cámara no recoge. Sube de las decenas de teselas de cemento pigmentado. Un hallazgo arqueológico en la era del trabajo precario y las huelgas de subcontratadas parando el museo.

Veías la rama del árbol por la ventana. La rama seguía su vida, y después la rama fue de un tronco de capas de papel. Caminas por el delta, periódicos, revistas, tirados cerca del polígono, el 20 Minutos que dan en la salida de la línea 9, los folletos del aeropuerto. El tronco se ha hecho con el producto de sí mismo, decadencia y ave fénix.

La violencia está contenida en el material. La tesela de cemento se recoge de la imagen pixelada en la pantalla, bases militares de las que queda una intuición visual, interiores de sofás de polipiel, flores artificiales y olor a cerrado, suelos de gres.

Has visto la laguna fabricada y los puentes de cartón piedra. El material aparece y desaparece. Sin lugar, un viaje en tren sin hacer nada, solo estar ahí. Dijiste: Material Deshecho Memoria de las cosas La herramienta usada Herida Dañado Cortas un limón y pica

Es lo que llevas encima o lo que te recubre por dentro, cosas sin enseñar, te vas acercando a ellas observando la descomposición la capilaridad la visión borrosa que vuelve a componer imágenes sin patria y sin poder, que pueden tocarse, romperse con las manos o deshacerse en agua estancada.

 

 

 

 

sol i sol

això és el que vas demanar. Hi ha una seqüència llarguíssima que dius que no saps
com acabar
ni perquè

Fracasé mal. La imagen abierta de una carretera que pasa por Castilla en dirección a Asturias. Dijiste que harías un fanzine cada día, tenías la impresora y el plan, pero no lo has hecho. Queda así, en suspenso.

Al final de esa imagen hay una casa. Tiene una presencia grande, ocupa mucho espacio en la historia. La vida distribuida en vínculos, por las habitaciones, el sonido de los electrodomésticos y las estructuras y sus grietas, en las que se perciben nuevas historias por contar.

Podría ser un ritual de paso, o un accidente sin más mística que puntos y manchas de sangre. Durante muchos minutos, mucho tiempo, no sentiste dolor. Tiene que reaccionar, huir, el cuerpo no puede ocuparse de eso en ese momento. Vas en el coche. La neuroquímica se extiende como un espectro de energía.

Lees. Te dejas seguir, tus palabras sobre un fondo fosforescente. Es la vibración y el flow. O nada. Ir a una tienda de regalos, organizar una subasta. La pieza metálica está expuesta y hay que pujar, tenemos un lápiz, un trozo de papel y un guante de látex.

Es el acontecimiento que está en marcha y sigue un movimiento, suenan los números en diferentes direcciones y puntos de fuga. 55 – 60 – vendido – adjudicado. Escanear y envasar al vacío. Tu deseo de ir hacia lo micro, esparcir semillas sobre un terreno que ya existe, no hay nada quieto, pienso y pelos, se conserva se guarda dentro en una contención que suda amor.

 

 

 

 

capas
huecos                                                       capas

en el texto                           que faltan
palabras sobre palabras

Amsterdam sembla un drim. Tornes a Barcelona i hi ha un camí sense sortida ni final encara per recórrer.

Los espacios eran grandes y elegantes. Una vez estuviste en un estudio con ventanas gigantes, estaban tan distantes del suelo que no alcanzabas a mirar a través de ellas. Una versión de Alicia con la visión desplazada.

Te quedas con eso, la extrañeza y la colisión de planos. Hay varias de pladur apoyadas en la pared. Se puede ver cómo se han corregido las imperfecciones con pintura blanca sobre blanco. Cuando las planchas de pladur se mueven se oye un sonido de porexpan.

Una imagen de una furgoneta desde lejos, aparcada en un camino. Infiltrarse en una jornada laboral ajena, en una institución, en una teoría, en una zona interior. Cuando llegas ahí, sea donde sea ese lugar, esté donde esté, tampoco hacen falta certezas en este momento, se abre un espacio al deseo.

Buscar trabajo y hablar de dinero. Te has sentado en la mesa de metal y has empezado a hablar. Te paras, vuelves a un punto concreto, repites, esperas, te trabas,

silencio aquí                                  , sigues
sigues
sigues

Categorias: Relatorías Paratext |

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