Isabel Servera inaugura Manufacturar, elaborar, producir.

Isabel Servera inaugura su primera exposición individual el próximo día 1 de marzo a las 20:00h  Manufacturar, elaborar, producir en la galería The Goma de Madrid.
Isabel Servera se sirve de los residuos de la acción para dejar una mancha en el tiempo antes incluso de definirse. A través de un proceso que podría alargarse hasta el infinito, no terminar o volver a empezar sin motivo aparente, se crea una dinámica repetitiva, casi obsesiva.
En su primera exposición individual la artista ha distribuido su obra en las dos salas confrontando la producción autónoma, de elaboración propia, con otra apenas carente de intervención. Estos dos ámbitos nos remiten a un emplazamiento concreto, la escuela, dónde los días todavía discurrían lentamente, lugar cuestionado por el automatismo al que nos veíamos avocados en el ejercicio de nuestra actividad reglada y tiempo perdido. En la primera sala prevalece un corcho adquirido por la artista que sirvió como tablón de anuncios en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona y que ahora se percibe como una acumulación de restos del pasado. Una pila de papeles que fueron desechados en la fotocopiadora autoservicio de la facultad durante un cierto periodo y composiciones de hojas trituradas hacen del papel el material por excelencia en el quehacer productivo de aquellos tiempos y que hoy forman parte de todas las obras expuestas.
Una vez atravesada la primera sala, nos encontramos con un lugar de producción disfuncional y manual: el aula. Sólo una leve huella, impremeditada, sobrevive a la mecánica presente en cada uno de los dibujos ejecutados por la mano de Servera, producción artística llevada a la extrema rutina, a la labor: fieles reproducciones de cuadernos escolares y composiciones rigurosas de color siguiendo la seriación de colores de las cajas Faber-Castell , dibujos que acaban por dejarnos con una sensación de desvarío óptico. Toda esta confrontación entre creación, mecánica y producción tiene su cúspide en 1cm2, otro remanente de una acción llevada a cabo en el estudio de Isabel Servera, en el que se selecciona un minúsculo accidente de la totalidad del suelo empapelado y que pone de relieve el absurdo patrón que existe hoy en día al valorar comercialmente una pieza de arte.