Quimera Rosa empieza su residencia con el proyecto Trans*Plant

Desde el 4 hasta al 30 de junio el colectivo Quimera Rosa realiza una residencia en el wetlab de Hangar. Ésta tiene como objetivo la continuación del proyecto ‘Trans*Plant: Mi Enfermedad es una Creación Artística’ empezado en el marco del programa Prototyp_ome.

Este proyecto de auto-experimentación médica sobre condylomata acuminata, una ITS producida por el HPV (Virus del Papiloma Humano) y con el cual convive una de las componentes de Quimera Rosa, se basa en replicar y liberar la Terapia Foto Dinámica (PDT). La PDT es una técnica muy poco invasiva con grandes resultados sobre cánceres localizados y enfermedades de piel, basada en la aplicación de una molécula fotosensible y su activación por una longitud de onda especifica.

El principal objetivo del proyecto de las Quimera Rosa es de abrir la caja negra, como dicen lxs hackers o de abrir la píldora como decían lxs activistas afectadxs por el SIDA. Se trata de replicar y hacer accesible los conocimientos en una wiki lo cual podría servir para centros comunitarios de salud y/o personas que se encuentran excluidas del sistema público.

En paralelo a la investigación biomedica, Quimera Rosa se dedica también a incluir este trabajo en la Instalación ‘Trans*Plant: May the chlorophyll be with/in you’ que integra les diferentes partes del proyecto Trans*Plant desde su inicio en 2016. Esta instalación se presentará en varios centros de arte en Europa y México a partir de julio del 2019.

Quimera Rosa es un laboratorio de experimentación e investigación sobre identidades, cuerpo y tecnología, creado en Barcelona en 2008 y nómada desde 2014. Quimera Rosa se inspira de la noción de cyborg desarrollada por Donna Haraway, quien los define como “quimeras, híbridos teorizados y fabricados de máquina y organismo”. Desde una perspectiva transfeminista y postidentitaria, hace del cuerpo una plataforma de intervención pública, con el fin de generar rupturas en la frontera entre lo público y lo privado. Conciben la sexualidad como una creación artística y tecnológica y buscan experimentar identidades híbridas que desdibujen las fronteras entre natural/artificial, normal/anormal, hombre/mujer, hetero/homo, humano/animal, animal/planta, arte/política, arte/ciencia, realidad/ficción.

Particularmente interesadas por la articulación entre arte, ciencia y tecnología, así como en sus funciones en la producción de subjetividad, su trabajo se centra actualmente en el desarrollo de performances y proyectos transdisciplinares, en la elaboración de dispositivos que funcionan con la actividad corporal, y de experimentaciones de bio-hacking.

La mayor parte de su trabajo se hace de manera colaborativa y, siempre, libre de patentes y códigos privativos.

 

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