Tatiana Muñoz Melo
Tatiana Muñoz Melo, Barcelona 1993
Periodo de residencia: mayo 2016
Desde que tengo memoria siempre he cargado conmigo una libreta donde dibujo lo que veo y veo lo que dibujo.
Después de dos años de bachillerato en la Escuela Massana, empecé el grado en Artes y Diseño en la misma escuela.
Durante este tiempo en Massana he ido aprendiendo con las manos, a partir de la materia, conociéndola y transformándola en relación a la idea que a la vez se transforma con la materia. He querido aprender todo el que he podido de la que creo que es una singularidad de la escuela: los talleres de artesanía tradicionales. Encontrándome con que tengo un perfil un poco frankeinsteiniano, puesto que se un poco de todo pero no soy especialista en nada.
El viaje en la Escuela, ha sido una exploración donde raramente veía algo como un resultado sino que como un proceso que me conducía a una nueva idea.
Durante este mes de residencia a la Cabaña de Hangar concluiré la última parte del viaje en la Escuela Massana: el Trabajo final de carrera.
Mi propósito en el espacio Hangar es utilizar el material que me parece más fascinante y con el que me siento más identificada: la arcilla.
La idea parte de la casa y el hogar, de habitar, la hipótesis de si tiene sentido el sedentarismo y un desconfort con las políticas en relación a los movimientos migratorios de los conflictos bélicos. Una mirada al pasado para recuperar maneras de hacer, ahora obsoletas y que en mi opinión tienen mucho sentido en el momento presente.
Finalmente, en mi condición de sedentaria temporal en Hangar me propongo transformar la materia primaria que tengo cerca, la arcilla. Mi intención es transformarla en un horno. Este primer horno servirá para cocer los contenedores donde comeré y cocinaré y también para cocer ladrillos de cerámica. Y así, como las impresoras 3d que van creciendo a medida que vas imprimiendo, quiero ir cociendo ladrillos con qué construir hornos más grandes que podrían llegar a hacer una casa.
Los hornos, a la vez que están cociendo la arcilla también pueden servir para cocinar. Y así, con las manos, la arcilla y el fuego puedo ir construyendo lo que necesito para comer y habitar.